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Declaracion Final Del Seminario
"Evaluación de la Experiencia con iniciativas
de combate a la pobreza en América Latina"
DECLARACION DE RIO
SUPERAR LA POBREZA: PRIORIDAD DEL DESARROLLO
La pobreza que padece gran parte de la población de los países iberoamericanos es preocupante por su magnitud y persistencia. Los frutos del progreso se distribuyen sin equidad. El costo de las crisis y los ajustes es absorbido principalmente por los sectores empobrecidos de la sociedad.
Las señales más visibles y dramáticas se observan en el desamparo de la población infantil, en los contingentes de jóvenes sin perspectivas, en las familias desintegradas, en la violencia delictiva y en la falta de atención a los grupos más vulnerables.
La persistencia de la pobreza no es sólo éticamente inadmisible, sino que amenaza de muchas maneras el futuro de nuestras naciones. Las democracias requieren sociedades integradas, pero los altos niveles de exclusión social amenazan su gobernabilidad, su estabilidad y el perfeccionamiento de sus instituciones.
Desde el punto de vista económico, la pobreza traba el desarrollo productivo, y agrava nuestro retraso frente a los nuevos retos del desarrollo. La pobreza dificulta y retarda la formación de nuestros recursos humanos, sin la cual no hay manera de impulsar un desarrollo viable, sostenido e integrador.
Las condiciones de pobreza sostenida también amenazan la sustentabilidad ambiental. La falta de servicios básicos en áreas urbanas marginadas es un factor grave de contaminación. Las formas dominantes de uso de los recursos naturales en las zonas rurales provocan simultáneamente más pobreza y deterioro ambiental.
La pérdida de normas básicas de convivencia y de respeto en la sociedad, y la falta de oportunidades en las poblaciones más carentes, fomenta la proliferación de distintas formas de violencia.
Superar la pobreza y las desigualdades sociales constituye un desafío que demanda cambios estructurales, así como nuevas formas de acción de los gobiernos y de la sociedad en su conjunto.
El crecimiento económico es condición necesaria para lograr estos objetivos. Pero no es suficiente. Se requiere un esfuerzo deliberado de integración de la política económica con la política social. Estas deben garantizar acciones de redistribución de ingresos, y de promoción y compensación social, y un esfuerzo sistemático para evitar la reproducción intergeneracional de la pobreza. Esto reclama movilizar una amplia gama de instituciones, recursos y agentes.
Basado en las consideraciones precedentes, los representantes de los gobiernos de los países ibero-americanos participantes en el seminario sobre "Evaluación de la Experiencia con iniciativas de Combate a la Pobreza en América Latina", reunidos en Río de Janeiro del 28 al 30 de Junio de 1993,
Proponen:
- Asegurar carácter de primera prioridad, en la acción gubernamental y en la asignación de recursos, al alivio y superación de la pobreza existente, y a una distribución más equitativa de los frutos del desarrollo.
- Comprometerse en la formulación y ejecución inmediatas de programas nacionales de largo plazo para la superación de la pobreza, que combinen acciones innovadoras de promoción de los recursos humanos y de integración y asistencia social, privilegien la gestión y ejecución descentralizadas, y promuevan la activa participación de las comunidades comprometidas y de la sociedad en su conjunto.
- Instar a los gobiernos de los países iberoamericanos para que desarrollen, como primera prioridad, políticas internas de financiamiento a los programas nacionales de superación de la pobreza, con un definido impacto redistributivo, lo que incluye: el incremento del gasto social; el uso de políticas fiscales e impositivas para financiar programas prioritarios de alivio a la pobreza; transferencias de recursos públicos desde áreas menos prioritarias hacia programas de promoción y compensación social; localización eficiente de contrapartidas nacionales para ejecutar recursos aportados por los organismos multilaterales de cooperación al desarrollo; y el especial esfuerzo en obtener cooperación internacional para programas masivos de apoyo a la educación básica.
- Garantizar eficiencia y transparencia en el uso de los recursos destinados a los programas de superación de la pobreza, y promover mayor control social de su gestión.
- Hacer efectivos los derechos de ciudadanía de los pobres, en especial su acceso a la justicia, a los servicios sociales del Estado, y a los canales de participación que la democracia provee.
- Adecuar los mecanismos de los programas sociales a fin de que beneficien efectivamente a los pobres.
- Enfrentar resueltamente las causas de la reproducción de la pobreza, mediante mayor inversión en recursos humanos, especialmente en materia de educación básica.
- Promover el respeto y la dignidad de los distintos grupos étnicos que componen gran parte de la pobreza en varios países de la región, y rescatar las identidades culturales y las capacidades prácticas con que tales grupos pueden enriquecer los procesos de desarrollo.
- Impulsar la iniciativa articulada de los gobiernos iberoamericanos para comprometer a los organismos regionales e internacionales de crédito y de promoción del desarrollo, y a la comunidad internacional, en el apoyo financiero y técnico de los programas nacionales de superación de la pobreza.
- Impulsar la cooperación horizontal entre los países iberoamericanos en materia de ciencia y tecnología, con el objeto de orientar parte importante de los esfuerzos invertidos en esta materia, al mejoramiento de las capacidades productivas y recursos humanos en los grupos más pobres.
- Fortalecer los mecanismos regionales de cooperación horizontal, a través de la creación y el adecuado financiamiento de una Red de Cooperación, apoyando la iniciativa de los países participantes en el Segundo Taller de Intercambio de Experiencias de Superación de Pobreza, realizado en octubre de 1992 en La Serena, Chile.
- Mantener mayor continuidad entre la III y la IV Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, con la coordinación de CEPAL e ILPES y provisto el adecuado financiamiento, mediante el seguimiento de las acciones pertinentes, el registro de nuevos aportes, y la realización de un Seminario de Evaluación de Nuevas Experiencias e Instrumentos para el Alivio y la Superación de la Pobreza.

Acknowledgments